Aunque el aire contenido en el recipiente de cristal no se trate de un gas ideal este sencillo experimento consigue llamar la atención de alumnos de educación primaria y secundaria -ESO-.
Puede incorporarse en la programación de aula como una experiencia práctica al comienzo o al final de la unidad didáctica de Física y Química, Ciencias Naturales o Conocimiento del Medio, dependiendo del enfoque metodológico elegido.
El coste del proyecto es muy reducido, ya que solo se necesita madera, una vela, un bote de cristal, una jeringuilla de cristal y un trozo de tubo flexible de silicona.
Puede incorporarse en la programación de aula como una experiencia práctica al comienzo o al final de la unidad didáctica de Física y Química, Ciencias Naturales o Conocimiento del Medio, dependiendo del enfoque metodológico elegido.
El coste del proyecto es muy reducido, ya que solo se necesita madera, una vela, un bote de cristal, una jeringuilla de cristal y un trozo de tubo flexible de silicona.
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